Antes de que empiecen a leer esto, debo advertirle que contiene spoilers... Aunque no tanto como la reseña de Aleko.
El sábado fui a ver Iron Man 3 con mi esposa y debo admitir que iba emocionado. Esperaba ver madrazos, a Stark reinventandose para enfrentar a un enemigo que lo ataca directamente en su casa y destruye sus armaduras.
El sábado fui a ver Iron Man 3 con mi esposa y debo admitir que iba emocionado. Esperaba ver madrazos, a Stark reinventandose para enfrentar a un enemigo que lo ataca directamente en su casa y destruye sus armaduras.
Lo que vi no fue necesariamente lo que esperaba.... Pero no por eso salí decepcionado.
Lo sucedido en Avengers fue una guerra y eso se plantea en esta película aunque de una manera muy sutil y que como en toda guerra, los que la pelean se llevan algo de ella cuando termina. Véanlo así:
- El Capitán América, Black Widow y Hackeye son soldados y espías que vieron guerras y estuvieron en batallas mucho antes que los sucesos de Avengers.
- Thor es un dios nórdico que ya luchaba en guerras desde antes que Colón se animara a pedir financiamiento para la expedición a "las indias".
- Bruce Banner no tiene mucha noción de lo que pasa cuando se transforma en Hulk.
Todo esto deja a Anthony Stark como un civil. Un civil en un exoesqueleto avanzado pero un civil. Si bien es cierto que fue un prisionero de guerra y rescató aldeas de los terroristas del grupo de los 10 anillos en la primer película, su armadura siempre fue muy superior a las armas y tanques que esos grupos armados tenían. En realidad era el pez grande en el estanque pequeño.
Al participar en la batalla de Nueva York y detener el ejercito de los Chitauri, ese civil se lleva las cicatrices de la guerra (muy al estilo del mundo fantástico de las películas de Marvel) Tony mismo lo dice: "Dioses, aliens y otras dimensiones. Yo soy solo un hombre en una lata".
Creo que lo que les quiero dar a entender es esto: Anthony Stark sufre de ansiedad postraumática que, cuando recuerda lo que vio más allá del portal sufre un ataque que solo logra tranquilizarse cuando se pone su armadura.
El Mandarín es presentado justo como lo que se nos mostró en los trailers: Un terrorista, un líder. Un hombre capaz de poner en jaque al gobierno estadounidense sin muchos problemas causando explosiones a diestra y siniestra. Pero entonces llega la realidad y vemos que no es nada más que una fachada y aunque la actuación de Ben Kingsley es muy buena (tanto como cuando es El Mandarín como cuando es Jeff, el homeless) la película nos deja deseando a un mejor villano y odiando el trato recibido a un personaje de la categoría de El Mandarín.
Durante el desenvolvimiento de la trama se va viendo como Tony tiene que lidiar con la destrucción de su taller, de su casa y de las averías que sufre JARVIS en la batalla lo cual lo deja por primera vez en la trilogía completamente solo y sufriendo ataques de ansiedad pero no dura mucho ya que JARVIS es sustituido pobremente por un niño que aloja a Tony y su dañada Mark 42 en lo que JARVIS es reiniciado.
Pepper es secuestrada en un movimiento bastante predecible por la aparición de Maya Hansen quien resulta formar parte del plan de AIM para que Tony les ayude a volver (literal) menos volátil la fórmula de Extremis.
James Rhodes es minimizado sirviendo para dos cosas: para ser secuestrado (perdiendo la armadura de Iron Patriot) y para pura chingada. ¡Es en serio! War Machine es reducido a un símbolo pintado de colores llamativos que lo más significativo y memorable que hace en su armadura es abrir puertas a madrazos en el medio oriente y ni siquiera participa en la batalla final.
No me malinterpreten. Puedo quejarme aquí de las cosas que me parecieron malas y de las que como el fanboy que soy no me parecieron pero la película es buena, digna de verse hayas o no visto Avengers o cualquier otra de las películas de Iron Man. Tiene más momentos de acción y peleas que las otras dos entregas y continua con los momentos graciosos que caracteriza a Robert Downy Jr. como el único actor de esta época que podría interpretar a Tony Stark.
Iron Man 3 nos muestra a un Tony Stark más humano que en las películas anteriores. En la primer película es una persona que se siente obligada a redimirse por el daño que han causado sus armas y es por eso que, habiendo podido hacerlo, decide no quitarse las metrallas que amenazan a su corazón ya que el reactor Arc es lo que alimenta y hace único a Iron Man. Tony NECESITA el reactor Arc en su pecho. Lo dice en Avengers cuando habla con Banner. "Esta luz en mi pecho es ahora parte de mi".
En Iron Man 2 Tony está muriendo debido al mismo reactor que detiene las metrallas y da energía a Iron Man. Aún así, Tony no se quita el reactor ya que el mundo necesita a Iron Man y él lo sabe y quiere y se siente obligado a continuar.
En el final de la película, que yo considero agridulce, Tony destruye todas sus armaduras y se somete a una operación para remover la metralla de su pecho y se quita también el reactor Arc el cual avienta al océano desde lo que alguna vez fue su casa en Malibu. Todo esto mientras en off voice Tony comenta que logró estabilizar Extremis para curar a Pepper y que aunque destruyan sus inventos y casas, él siempre será Iron Man.
Mientras esperaba la clásica escena al final de los créditos, pensé en lo que acababa de ver; más que en la película y sus referencias a la obra de Warren Ellis, pensé en esa escena final. Si Tony puedo estabilizar la fórmula de Extremis y salvó a Pepper, ¿Quién nos dice que no la uso en si mismo y así no tener que recurrir al reactor Arc? Tony destruyó sus armaduras, pero puede reconstruirlas sin mayor esfuerzo. Eestruyeron su casa, pero recordemos que al final de Avengers, él y Pepper están haciendo modificaciones a la torre Stark en Nueva York. Esto fue lo elijo llevarme de la película para esperar la siguiente película de la Fase 2.
La escena del final es puro fan service. El bromance entre Banner y Stark es una jugada muy buena y la química entre Ruffalo y Downy Jr. lo hace posible.
Al final, una voz nos dice el futuro: Tony Stark regresará.