lunes, 1 de abril de 2013

Justice League of... Avengers? O_O!

En esta portada deberían basar un poster de la película Avengers 2. Con todo y Spider-Man.

En las salas de cine y en las páginas de los comics, los Avengers gozan de una popularidad insólita desde que en 2008 el Iron Man de Robert Downey, Jr. cautivara a las masas cual encantador de serpientes, con su historia del influyente pero frágil ser humano que es enfrentado al legado de su genio destructivo para volverse un defensor de la libertad y la vida bohemia. Desde entonces, y en parte gracias a que el tercer film de X-Men y el primero de Wolverine apestaron con ganas, se convirtieron en la franquicia insignia de Marvel, al grado de opacar a la del mismo Spider-Man, cuya tercera entrega también decepcionó como recibir calcetines en Navidad. De parte de Mephisto. A cambio de tu maldita alma.

Y apostaron fuerte. El Increíble Hulk. Thor. Capitán América. Junto con Iron Man 2, sumaron 5 filmes antes del superlativo éxito mundial de Avengers. Las secuelas están más que aseguradas y serán muy bienvenidas.

Mientras tanto, Batman resolvía en 6 meses un conflicto con Bane que a ellos les hubiera tomado media hora.


Durante ese tiempo, Brian Michael Bendis se dedicó en los comics a solidificar los nuevos cimientos que harían de los Avengers un concepto más aterrizado, combinando relaciones personales tan complejas como las de los X-Men, diálogos interesantes e inteligentes como en Daredevil, e incluyendo en el grupo a los héroes que, la verdad, a los fans nos hubiera gustado incluir si estuviera en nuestras manos. Wolverine, Spider-Man, Luke Cage, Spider-Woman, Miss Marvel, el guapo Ben "La Mole" Grimm. La trinidad Thor + Iron Man + Capitán América casi nunca estuvo reunida al mismo tiempo (entre sus muertes y resurrecciones siempre faltaba al menos uno) más que para algunas peleas finales de los conflictos-eventos. Y esos acontecimientos que influían en la continuidad de toda la casa editorial rara vez implicaban un conflicto más allá de un hemisferio, ciertamente no más allá del planeta. Lo que sucedía en la Tierra, se quedaba en la Tierra. Y lo que sucedía en el resto del universo, nunca sucedió, al menos hasta donde los Avengers querían saber.

Sigo sin saber cómo justificarán la inclusión de Rocket Racoon, el mapache más badass de cualquier galaxia.


También en ese lapso, las historias del Marvel Cósmico se dejaron principalmente en manos de Dan Abnett & Andy Lanning, quienes siguieron los pasos de Jim Starlin (Infinity Gauntlet, Thanos Quest, etc,) para crear aventuras siderales como Annihilation, Guardians of the Galaxy, y The Thanos Imperative. Sip, ese mismo Thanos que se reveló como el gran manipulador al final de la cinta de los Avengers. Y esos mismos Guardians of the Galaxy que continuarán la historia paralelamente contra el tal Thanos, el nihilista Titán Enloquecido por siempre enamorado de la Muerte.

Thor y Iron Man, en sus mejores poses de Johnny Bravo.

Viendo el enfoque amplio, la escala universal a la que serán puestos sus héroes más populares ante el público, y aprovechando el reinicio numérico y cambio de equipos creativos, Marvel sigue el ejemplo y ahora los Avengers están lidiando, en sus varios equipos, con amenazas de un calibre y una exigencia de poder usualmente reservados para los héroes de la Liga de la Justicia, en DC, su Distinguida Competencia. Hasta Iron Man ya dejó la Tierra y sus broncas corporativas para unirse a los Guardians y ver si se vuelve el nuevo Han Solo (princesa interplanetaria incluida, por favor, Tony no cree en la abstinencia más que de alcohol, y ya no tanto como antes).

Si durante varias décadas se mantuvieron con Thor como el único Avenger de nivel Superman, (quitando a Sentry, que era más una bomba de tiempo que una ayuda, y quien nunca servía de nada en los conflictos importantes), ahora tienen varios que rivalizan o superan al mismo kryptoniano. Además del Dios del Trueno, tienen a Hyperion (un superhumano de poder supremo), a la Capitana Marvel (escalable a estratos cósmicos), a Hulk (no hay nadie más verde y fuerte), a Smasher (de la Guardia Imperial Shi'ar), a Captain Universe (avatar humano del cosmos mismo) y ahora a tentativamente a Starbrand (desde el extinto New Universe de Marvel) y Nightmask (metahumano creado por generación espontánea, por raro que suene eso), aunque estos dos últimos podrían volverse antagonistas dada su naturaleza demasiado alienígena o inestable. De hecho, los de la Liga de la Justicia podrían fácilmente caer ante estos actuales Avengers. ¿Darkseid qué?

Hay todavía 6 lugares disponibles. Manda tu currículum.


Además, en el título New Avengers se está siguiendo la historia de los Illuminati, la camarilla de líderes de los superhéroes que controlan en secreto las acciones y reacciones de los equipos en tiempos de conflicto, y guardianes por separado de cada una de las gemas del omnipotente Infinity Gauntlet. Si ya Bendis nos había emocionado con las maquinaciones maquiavélicas maquiladas para maquillar las causas o los efectos de las grandes crisis y crossovers creíblemente, Jonathan Hickman (autor de ambos títulos) no se detiene a poner tales aventuras en el pasado, sino que crea en el presente amenazas y dramas que requieren de no menos que la intervención de estos individuos capaces de incluso más que el ya de por sí titánico equipo de los Avengers, pues las apuestas son tan altas, tan universales del todo o nada, que es mejor que reserven los recursos más drásticos y las decisiones más amorales para situaciones que nadie debe conocer. Circunstancias extraordinarias que no pueden exponerse a la espectacularidad de los héroes al filo de la divinidad, pero que requieren no menos poder y más control, más un bisturí que un mazo.

Por este guante sí debes cambiar tu alma. No por los calcetines que Mephisto te ofrece.

Nos esperan historias a escala superlativa, que acaso se crucen (así sea en secreto). Los villanos todavía siguen sin presentarse como tales (yo me escondería también ante este nuevo y temible alcance y potencia de los que incluso antes eran los héroes más poderosos de la Tierra) y se siguen enfrentando a amenazas más abstractas e indefinibles pero más peligrosas para la estructura de la realidad. No todo se puede resolver únicamente con garras de adamantium y martillos asgardianos, después de todo. Eso me gusta, en el sentido de que no están dependiendo de los villanos ya vencidos mil veces, sino que están creando una nueva mitología. Tampoco es puro ser de capacidades increíbles, sino que están dejando que los héroes de todo nivel o hasta los que no tienen poderes, como Captain America, Shang Chi, Black Widow y Hawkeye, tengan su momento de brillar, de contribuir y de darle su sabor propio a las interacciones del equipo.

Galactus en forma sólida. Para distinguirse de su forma gaseosa e idiota de la segunda película de los Fantastic Four.

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